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                                                    NINA KULAGINA

LAS FACULTADES PSÍQUICAS
por MICHÈLE BOURGEOIS 
LE JOURNAL SPIRITE N° 111 janvier 2018

LA PSICOKINESIA o el porvenir energético de la Tierra

 “El «materialismo» es una hipótesis que ya no puede sostenerse desde que conocemos mejor la «materia» (…) Los cuerpos están compuestos por miles de millones de átomos móviles invisibles que no se tocan y que están en perpetuo movimiento unos alrededor de otros; estos átomos infinitamente pequeños son considerados ahora como centros de fuerza. ¿Dónde está la materia? Desaparece bajo el dinamismo”.  Escrito por Camille Flammarion en 1900 en « Lo desconocido y los problemas psíquicos. »

Mientras que desde la más remota Antigüedad la humanidad ha podido ser testigo de numerosos fenómenos misteriosos vinculados con las facultades psíquicas, la psicokinesia (Efecto PK) aún llamada telequinesia, sigue fascinando, aun estando sujeta a numerosas polémicas en cuanto a su realidad. Las facultades del espíritu nunca han dejado de llamar la atención de numerosos hombres y eruditos en la historia, como los pioneros del espiritismo que trataron de producir verdaderas pruebas. Sin embargo, estas últimas dieron nacimiento a la duda, sobre todo entre los científicos que todavía rechazan su existencia. Antes que negar la evidencia, como ha hecho con frecuencia el mundo científico, hubiera sido más justo admitir que estos fenómenos son inexplicables en el estado actual de los conocimientos humanos. Hoy en día, la ciencia (por la física y las neurociencias) pierde muchas de sus certezas en presencia de la física cuántica que aborda lo infinitamente pequeño y el mundo vibratorio. ¿Permitirá la física cuántica demostrar finalmente la realidad del espíritu y sus capacidades, determinando mejor la naturaleza del psiquismo?

NUMEROSOS EXPERIMENTOS

Si bien la telepatía es mejor aceptada hoy en día, la psicokinesia todavía no lo es. Aunque estudiada desde mediados del siglo XX, ha sido objeto de numerosas demostraciones de las cuales algunas en público. En los años 80, estas últimas hasta fueron ampliamente mediatizadas. Desde 1974 el israelí Uri Geller, en el programa Droit de réponse animado por Michel Polac o Italiques de Marc Gilbert, mostró su capacidad de torcer cucharas o tenedores, detener relojes a distancia o hasta desplazar las agujas de una brújula, todo esto con la sola fuerza de su pensamiento. Sin embargo, ha preferido disfrazar la experiencia y manifestar su don de ilusionista, haciendo creer al público, pero también a los investigadores sinceros, que no podía existir una fuerza espiritual. Sin embargo, a pesar de los conocimientos tan justos, aparentes y tangibles en materia de psicokinesia, los científicos y el público fueron llevados a la duda y la calumnia hacia esta facultad del espíritu, que no era para ellos más que engaño e ilusión. Por la misma época el francés Jean-Pierre Girard participó en investigaciones, dentro de un riguroso contexto protocolar para no dejar lugar a la duda y las críticas. Los hechos fueron controlados en laboratorio en presencia de famosos eruditos (físicos, atomistas, biofísicos, etc.), ujieres y también ante periodistas científicos. Así, no pudo ponerse en duda la autenticidad de los fenómenos. Se estableció entonces una verdadera colaboración durante varios años entre el experimentador, los científicos y los observadores, en el seno de laboratorios y centros de investigación y estudios nucleares, tanto en Francia como en el extranjero. Estas numerosas demostraciones, que van desde el doblado de impresionantes barrotes hasta el ablandamiento o endurecimiento de placas de aleaciones, sabiendo que la primera requiere una fuerza mecánica equivalente a varias toneladas y las otras temperaturas de unos 665°C, ¡deberían haber bastado para probar la realidad de esta fuerza psíquica! ¿Hoy sigue siendo verdaderamente Jean-Pierre Girard el único en el mundo capaz de modificar, por la fuerza del pensamiento, la estructura interna de barrotes de aleación introducidos en tubos de vidrio sellados, de desviar un haz de partículas o de destruir a distancia bacterias encerradas en una probeta? En Francia, en los países del Este, en Japón, China y hasta en otros países, muchas personas han sido objeto de series de experimentos sobre sus capacidades “paranormales”, sobre los escenarios de los medios y en el seno de laboratorios de investigación.

Jean-Marie Legall (francés nacido en 1967) ha torcido, por la fuerza del espíritu, cubiertos y barras metálicas delante de numerosas cámaras. Igualmente hizo reaccionar un detector de terremotos, simplemente colocando encima las manos, mientras que un violento puñetazo no pudo hacer oscilar su aguja. También mostró que el efecto PK podía actuar sobre las plantas, lo cual ha sido probado en laboratorio. Nina Kulagina (rusa 1926-1990) era capaz de detener a distancia el corazón de una rana o, siempre en la misma forma, desplazar objetos que pesaban hasta 500 Kg. Por otra parte, Y. Teletsky, especialista en física teórica de la universidad de Moscú, dijo de esta mujer que “poseía una energía de una forma nueva y desconocida”. Stanislawa Tomczyk ha desplazado numerosos objetos a distancia o detenido el movimiento de un reloj colocado dentro de una vitrina. Masuaki Kiyota. (Nacido en Japón en 1962) ha logrado imprimir imágenes sobre una película fotográfica por su sola fuerza de pensamiento y realizado numerosas torsiones de objetos metálicos… Zhang Baosheng (Nacido en China en 1958) ha podido en la misma forma desplazar objetos dentro y fuera de recipientes sellados. También ha sido capaz de sacar trozos de papel, clips o insectos, de tubos de ensayo que permanecen sellados e intactos…

UNA DEFINICIÓN

Durante una entrevista con Jean-Pierre Girard en Le Journal Spirite Nº 95, la psicokinesia, fue definida como “dominio por un sujeto de un tipo de influencia psico-fisiológica específica, consciente o inconsciente, sobre la materia inerte o viva, sin haber recurrido a los medios físicos conocidos y cuyos efectos sobre dicha materia son observables y analizables, temporales o permanentes. Dicho sujeto introduce sobre los elementos físicos, cambios de forma, de estado y de estructura. Puede tratarse de objetos simples: metales, plásticos, madera, etc., o más complejos como sistemas electromecánicos”. Según el mismo procedimiento, la telequinesia, permite el desplazamiento de objetos sin contacto. Se llama también levitación.

ESPÍRITU Y MATERIA

Mientras que los científicos no siempre tienen explicación sobre el mecanismo de estos fenómenos, para nosotros los espíritas, el origen de esta facultad está vinculado a nuestra naturaleza espiritual y a la fuerza de nuestro pensamiento que es dirigida por nuestro periespíritu (ver Le Journal Spirite Nº109 sobre el periespíritu). La facultad de pensar supone obligatoriamente un proceso ondulatorio que da origen a ciertas vibraciones. Estas vibraciones se transmiten luego por el espacio, sin ningún límite, en forma telepática. Se reúnen, se juntan con otras, se transforman y permiten así modificar la estructura atómica de la materia. La psicokinesia es una disciplina psíquica que lo demuestra. Esta manifestación es una acción directa, no mediúmnica, que conecta un fenómeno físico vinculado al principio unitario de la materia con una fuerza psíquica, que permite actuar sobre esa materia y modificar su apariencia. Cualquiera que sea la naturaleza, mineral, vegetal u orgánica, las partículas de esta materia viviente o inerte, animadas por la fuerza gravitacional universal, son igualmente origen y responden a las mismas leyes. Cada molécula de materia, atravesada por una energía, que sabemos es el resultado del pensamiento, se compone de átomos que se dividen o se multiplican produciendo así en sus desplazamientos una nueva cantidad de energía, energía que permite a la propia materia existir. Siendo espíritu y materia la misma esencia, podemos imaginar entonces que el espíritu puede actuar sobre esta materia y modificar así su estructura molecular. Esta transformación de estructura atómica cambia entonces la propiedad o la naturaleza física de un material que puede ser deformado o trasladado. Experiencias en laboratorio con polluelos, han mostrado que también existían formas de psicokinesia en los animales. Esta práctica, incluida la levitación, era muy conocida por los pueblos celtas que la utilizaba como medio de transporte por los aires de los megalitos, esas enormes piedras aún visibles en numerosas regiones como Bretaña. Por el pensamiento, asociado a mantras particulares, los druidas arrancaban el granito del suelo, le daban una forma y provocaban la ausencia de peso, desestructurando la materia para trasladarla por el espacio.

EL PORVENIR DEL HOMBRE

El hombre de ciencia, en su permanente búsqueda del estado más íntimo de la partícula, está descubriendo la idea de una fuerza creadora en la energía de la vida, en su movimiento y en sus formas a través de los elementos que observa. La unión de la investigación física y la investigación espírita debería entonces abrir de par en par las puertas hacia nuevas prácticas psíquicas. Si es posible actuar sobre la materia inerte, sería igualmente posible actuar sobre las células vivas. La psicokinesia podría conducir entonces a ciertas aplicaciones en biología y en medicina. Llegamos entonces al fenómeno de la protogénesis. Y si el hombre entrena su espíritu prisionero de la materia, en concentrarse sobre los materiales que le rodean para dirigirlos, verá entonces cambiar su entorno para encontrar el equilibrio necesario para toda la vida sobre la Tierra. “Si el mundo de las ciencias denuncia, creyendo anunciar una verdad, las fuerzas de la psicokinesia, eso está bien porque sabe que estas fuerzas son el futuro del hombre y podrían ser ya su presente. El porvenir energético de la Tierra es un porvenir psicokinético y por consiguiente psíquico”. 
Fuentes: Mensajes del más allá, Lo desconocido y los problemas psíquicos, Tomos I y II de Camille Flammarion, Manual de parapsicología aplicada, y La ciencia y los fenómenos del más allá de Jean-Pierre Girard, La fuerza pensamiento, de G. A. Mann.


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