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LE JOURNAL SPIRITE N° 111 janvier 201834
LAS FACULTADES PSÍQUICAS

TED SERIOS, el hombre que fotografiaba sus pensamientos
por JOCELYNE CHARLES

En aquel mes de abril de 1964, Ted Serios, sentado en el cuarto de un hotel de Chicago, apunta una Polaroid hacia su propio rostro y dispara el flash. Inmediatamente, el doctor Jule Eisenbud se apodera del aparato y retira la prueba. Sobre ésta, en lugar de los rasgos de Serios, aparece… un inmueble.

LOS COMIENZOS DE TED SERIOS 

Ted Serios nació en Kansas City, Missouri, el 27 de noviembre de 1918; era el primogénito de los hijos de un padre inmigrante griego. A partir de 1954, se apasionó por todo lo referente a lo paranormal. Trabajaba como ascensorista en un hotel de Chicago cuando comenzó a hacer experimentos de hipnosis con un amigo del hotel, George Johannes. Por medio de los supuestos “viajes astrales” provocados por la hipnosis, ambos intentaban localizar el tesoro de un pirata. En una de estas sesiones, George Johannes tuvo la idea de proponer a Ted Serios, en estado de hipnosis, que encontrara el mapa del tesoro, y le pidió también que proyectara mentalmente sobre una película fotográfica la visión del lugar preciso donde el pirata habría enterrado su botín. Fue en ese momento cuando Ted Serios descubrió su poder de proyectar imágenes mentales sobre la película fotográfica. Esta historia llegó a oídos de un periodista, que publicó un artículo sobre los dos maleteros. Después de algunos años pasados haciendo demostraciones ante investigadores de la región de Chicago, Ted Serios llamó la atención de Jule Eisenbud (1908-1999), un psiquiatra de Denver, interesado en los fenómenos parapsíquicos.

EL MÉTODO

El hombre es simple: una colilla en el labio y una botella de cerveza o un vaso de whisky en la mano, Serios se desenfrena presa de una suerte de histeria creadora, con una loca voluntad de imprimir una imagen sobre la película. Serios utiliza lo que él llama un “gismo”, (un artilugio) un tubo de papel colocado contra el objetivo de la cámara. Se trata de un pequeño objeto de su invención, un tubo de dos centímetros y medio de diámetro, abierto por ambas extremidades, que él fabrica habitualmente durante las sesiones a partir del papel negro que envuelve la película Polaroid (aparato fotográfico instantáneo que permite obtener directamente fotografías argénticas, sin pasar por las operaciones separadas de revelado de la película y de impresión sobre papel). A Serios le encanta poner a menudo este objeto delante del objetivo sosteniéndolo entre el pulgar y el índice. Aparentemente adquirió la costumbre de servirse de él durante sus primeras experiencias en Chicago. Dice que eso le ayuda a concentrar su energía mental y dirigirla hacia la película.

FOTOS DE VEHÍCULOS


Un estudio fue realizado por Jule Eisenbud en la universidad de Denver y publicado en el Journal of the American Society for Psychical Research. Durante una serie de pruebas, Serios fue capaz de impresionar una película por el solo medio de su pensamiento. El objetivo de la experiencia consistía en tratar de hacer aparecer sobre las pruebas Polaroid, una imagen de vehículos, por ejemplo de locomotoras a vapor. Las películas colocadas en dos aparatos Polaroid fueron expuestas, una imagen a la vez, bajo la dirección de Serios. Éste fijaba el aparato a través del pequeño cilindro. A veces le pedía al experimentador que apretara el obturador. En los ciento diecisiete clisés tomados, se obtuvieron ocho imágenes que recordaban a los vehículos. Aparecieron también diez “blackies”; se trataba de pruebas completamente negras. Éstas también indicaban que se había producido algo inusual pues, en un tiempo normal, debería haber aparecido sobre el clisé el rostro de Serios que miraba el objetivo

FOTO DE MONTICELLO

Otro informe provino de los doctores Ian Stevenson y J. Gaither Pratt que condujeron dos estudios separados con Serios, en la universidad de Virginia, y lograron reproducir las observaciones de Eisenbud. Durante una sesión, Serios afirmó que trataría de proyectar sobre la película un lugar de Monticello, la casa de Thomas Jefferson. En sesenta y seis pruebas, consiguieron varios “blackies” y seis imágenes que representan todas un estructura que evoca columnas o barrotes de jaula. Según los investigadores, una de estas imágenes recordaba un barrio de Monticello.

FOTO DEL HOTEL HILTON DE CHICAGO

Serios produjo una de sus más interesantes fotografías cuando intentó reproducir el Hotel Hilton de Chicago. En lugar de eso, consiguió una imagen del Hilton de Denver. Durante esta prueba, Eisenbud tenía el aparato y lo activó a un metro de Serios. Este hecho es bastante notable per se, pero el ángulo de la toma de vistas parece aún más interesante. Según Eisenbud, esta vista del hotel no hubiera podido ser tomada sino “desde un lugar que no podía ser alcanzado más que con una escalera de dos metros; se hubiera necesitado la ayuda de un dispositivo especial que colocara al operador elevado en el aire” .

LA FOTO DEL RANCHO DE EISENBUD


Jule Eisenbud había invitado Serios a su rancho, pero éste prefirió hacerle una fotografía. Se utilizó una película Polaroid virgen y Eisenbud improvisó un tubo. Después de haber producido algunas fotos apenas formadas, Serios consiguió una fotografía reconocible de la propiedad, mostrando la casa de Eisenbud y un granero adyacente. Sin embargo, ni la casa ni el granero aparecían tal y como eran en esa época. La fotografía mostraba la casa en un estado anterior, tal como estaba en una época en que Serios no la había podido ver, sin postigos en las ventanas. Eisenbud los había hecho añadir algunos años antes de su encuentro con Serios. En cuanto al granero, su fachada no mostraba la puerta de doble hoja que siempre había estado allí, y en ese lugar el muro parecía ser de un color diferente al resto.

LOS CONTROLES


De mayo de 1964 a junio de 1967, Eisenbud dirigió con él miles de sesiones, en presencia de más de un centenar de observadores diferentes, la mayoría científicos y universitarios, y de los cuales algunos eran ilusionistas profesionales. Los aparatos fotográficos Polaroid, la película, y finalmente el tubo de papel utilizado por Serios, fueron objeto de controles muy estrictos. Los aparatos de tipo Polaroid hacían menos fácil la falsificación: ni un solo instante se perdía de vista la prueba, y el proceso casi instantáneo no facilitaba manipulaciones complicadas. Los críticos habían citado con frecuencia el empleo que hacía de su gismo (pequeño tubo que Ted Serios llamaba “gismo”) para rechazar en bloque los clisés conseguidos. Por otra parte, se introdujeron procedimientos de vigilancia muy particular de este tubo de papel. Habitualmente era examinado antes, durante y después de la toma de vistas, y nunca había sido encontrada ninguna imagen ni ningún otro instrumento en el interior. Generalmente el tubo era sostenido por los investigadores hasta que era sacada la fotografía.

EL MUNDO DE TED SERIOS

En 1967, Eisenbud publicó el informe de sus investigaciones en su libro The World of Ted Serios. De este período sacó, bajo control científico, más de un millar de imágenes Polaroid hoy conservadas en la biblioteca de la Universidad de Maryland. De ese lote, más de cuatrocientas tenían temas perfectamente reconocibles. Representando a menudo edificios, estas imágenes generalmente estaban algo desenfocadas o retorcidas, pero sin embargo, su tema seguía siendo identificable. Luego, Serios suspendió de repente toda producción de imágenes. Las últimas fotografías de junio de 1967 no mostraban más que una cortina negra. La repetición de este motivo fue interpretada como el símbolo del fin de las experiencias. En 1980, había recuperado en parte su facultad y habría sido probado nuevamente por el Dr. Eisenbud, al abrigo de los periodistas y del público. Ted Serios falleció el 30 de diciembre de 2006.

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